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“En un mundo donde el pesimismo se vuelve común, todavía hay personas que creen en sus metas”

domingo, 20 de enero de 2013

Bajo el paraguas del miedo

¿Aún existen Organizaciones que envenenan sus comunicaciones con "mensajes terroristas" manejando el  miedo como herramienta o modo de gestión? ¿Aún quedan directivos que, sin autoridad, pero con poder, a golpe de ratón mandan órdenes hacia arriba y hacia abajo sin ton ni son, por el mero hecho de sentirse más poderosos, dueños de todo control en la Organización? ¿Aún quedan empresarios que a golpe de talonario divulgan entre sus empleados el que "todos tenemos un precio"?

Éste es el miedo paralizante que tarde o temprano sumerge a la Organización en un mar de despropósitos y sin rumbo fijo. Un mar que, aun en calma, se tiñe de gris porque sobre él, y desde arriba, las nubes tormentosas ocultan la luz del sol. Este tipo de jefes o directivos se sienten cómodos en la oscuridad y bajo el paraguas de "el miedo".

Valientes para brindar con champán cuando algo sale bien y cobardes para afrontar sus propios fracasos (más aún cuando son personales).

El jefe inteligente no es aquel que maneja el miedo para ganarse el poder. El jefe inteligente usa el miedo, pero el miedo sano, sólo para afrontar con prudencia sus retos y comunicar con gran manejo y autoridad sus decisiones. El jefe inteligente está en contra de todo aquello que minimice el compromiso entre sus empleados, en contra de aquello que paralice el pensamiento positivo, del desarrollo del error, de la creatividad, de generar nuevas ideas, de la comunicación independiente entre departamentos,...

El jefe inteligente no es el que obtiene resultados a corto-medio plazo. El jefe inteligente sabe mantenerlos en el tiempo y esto se debe a que sabe rodearse de gente mucho más inteligente que él. Esa es la clave del líder altamente efectivo, rodearse de gente con talento, capaz de resolver eficazmente las adversidades que se le puedan presentar a su Organización.

¡¡¡ De estampida !!!, no me extraña que los talentos salgan de estampida cuando se abre el paraguas del miedo en su Organización. La gente con talento no permite esta clase de brindis. La gente con talento encuentra su hueco tarde o temprano. La gente con talento tiene miedo, pero es esa clase de miedo que hace afrontar las adversidades de manera adecuada. Este miedo sano, como hemos dicho anteriormente, esa prudencia, discreta y transparente, que encierra en sí, la intención de mejorar internamente para no perjudicar externamente.

Seamos pues prudentes y cuando sintamos temor no paralicemos nuestros músculos y menos nuestros pensamientos pues con prudencia encontraremos caminos de luz que iluminen la oscuridad. Y como decía Bill Cosby: "Para poder tener éxito, tu deseo de alcanzarlo debe ser mayor que tu miedo al fracaso".

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