¿Para qué existe el papel de regalo? ¿Para qué se hacen
regalos con “notitas” de esas de busca primero en… y luego en…, hasta llegar a
descubrirlo? Evidentemente para darle cierto misterio, dejar volar la
imaginación o simplemente para crear ese clima emocional que acompaña al
presente. En definitiva para aportarle cierto “halo” que confiera mayor valor al regalo en sí.
Esto me recuerda cierta conversación con una profesional en gestión
de equipos que me comentaba tener momentos en su vida profesional que
necesitaba detenerse para recargar pilas, parar el tiempo porque ni la dirección era correcta ni la velocidad adecuada, momentos para asimilar nuevos
conceptos, nuevas perspectivas en la búsqueda de soluciones, nuevas alternativas
para situaciones comprometidas, nuevas técnicas de comunicación, en definitiva desconectar para volver con mayor seguridad, motivación y entusiasmo al trabajo. Y así
hizo, tras estar trabajando un tiempo largo en España en una reconocida Organización
decidió cogerse una larga temporada de vacaciones y marchar para su otro país, el de
origen, donde prácticamente quedó toda su familia para volver después a España como se suele
decir: “con las pilas cargadas”.
Yo le pregunté si, a su vuelta a España, llegó más segura,
más motivada y con mayor entusiasmo al trabajo, a lo que me respondió que algo más motivada sí, que
tan pronto pisó suelo empresarial algún compañero le recibió diciéndole… “Qué bien que ya
llegaste, te hemos echado de menos, ¿Has disfrutado tus vacaciones?,... en tu
despacho tienes un regalo: un precioso ramo de flores para darte la bienvenida”.
A lo que le volví a preguntar: ¿cómo te hubieras sentido si en ese primer momento que te encontrabas rodeada de tu familia, relajada, contenta y feliz, “cargando esas baterías” llamasen a tu puerta y te
entregaran ese mismo ramo de flores con una nota que dijera -“Bienvenida, disfruta tus vacaciones increíblemente. Te echamos de
menos. Tu EMPRESA”-. En ese instante sus ojos me hablaron reconociendo el efecto motivador que le hubiera causado esta segunda opción. Y total, a la Empresa le hubiese costado el mismo tiempo y dinero, es sólo cuestión de poner una pizca más de interés, de querer llegar más allá, de una voluntad aptíssima.
“No importa el regalo, sino el papel con que se envuelve”, como bien
decíamos en nuestra anterior entrada “La vitamina A del nuevo profesional”.
No es el regalo en sí sino ese “halo”, ese misterio, esa pequeña sorpresa
rodeada de un clima favorable cuyo tan solo recuerdo te auto-motiva, te sirve
como potenciador y “cargador de pilas” para momentos de incertidumbre. Cualquier detalle es recibido
como torrente motivador, una rosa, un libro, y si además se cuida y elige el momento adecuado mayor
impacto produce. Regalo no, REGHALO, con H de HALO. Dediquemos ese tiempo preciado
a envolver ese presente, a vestirlo y decorarlo para conferirle un valor
incalculable.
Y hablando de regalos un día como el de hoy, un 23 de abril, os dejo un libro y una rosa de regalo como homenaje a la
festividad de Sant Jordi (San Jorge) y al Día Mundial del Libro.
El libro "Optimiza tu tiempo" te ofrece 5 claves para trabajar menos, producir más y disfrutar al máximo tu vida. Su autora, Ángela Rodríguez, es la coach profesional de "aptíssima". |
El culto a San Jorge (Jorge significa en griego hombre que trabaja la
tierra) también nos recuerda que “quien bien siembra, bien recoge” y
el mejor regalo que puede tener un agricultor es recoger sus propios frutos. Y me
consta que tanto esta flor como este libro que os dejo como regalo han sido
fruto de una tierra bien trabajada por unos aptíssimos campesinos.